Polémicas resultaron las declaraciones entregadas en las últimas horas por el entrenador de Junior de Barranquilla, Luis Amaranto Perea, tras conocerse los 10 casos de contagio de COVID-19 del conjunto 'Tiburón', que lo perjudicaron en la 'ida' de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, tras perder (1-2) frente al Coquimbo Unido de Chile.

Según el entrenador de los 'Rojiblancos', el partido del pasado domingo frente al América de Cali, válido por la ida de la semifinal de la Liga Colombiana, hubo jugadores que actuaron con síntomas del virus, y que por parte de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) no hubo ningún tipo de exámenes para la detección de la infección.

"Básicamente entre la vuelta de Chile y la llegada a Cali fueron esos tres días cuando empezamos a sentir los síntomas varios de nosotros y fue cuando nos empezamos a preocupar", dijo el entrenador, en diálogo con el programa 'Planeta Fútbol' de Antena 2 de RCN Radio.

"Los exámenes nos los practicamos hasta el lunes que llegamos a Barranquilla y fue cuando salieron los positivos. 72 horas antes de viajar a Chile se hicieron las pruebas, todas negativas, viajamos negativos y las siguiente pruebas fueron el unes 7 de diciembre", agregó el entrenador.

El viaje a suelo austral al que se refiere Perea fue el que hicieron la semana anterior para medir fuerzas ante Unión La Calera, en una llave que se definió el jueves pasado y en la que obtuvieron su tiquete a la siguiente fase por la vía de los penales, luego de igualar (2-2) en el marcador global.

Perea, quien no pudo dirigir en la raya frente a Coquimbo por culpa de la pandemia, sufrió la baja de ocho jugadores, algunos de ellos claves para el funcionamiento del equipo, más las ausencias de Luis 'Cariaco' González y Teófilo Gutiérrez, por lesiones, y la del volante Larry Vásquez por lesión.

Ante la gravedad del caso y el elevado número de contagios, el Ministerio del Deporte anunció una investigación para determinar si se cumplieron o no los protocolos de bioseguridad en el elenco barranquillero para el duelo frente a los americanos.